Antoniano 1-0 Ayamonte ( La Crónica )

Extraordinaria entrada la que se registró en la tarde de ayer domingo en el Municipal de Lebrija para 
presenciar el encuentro de la quinta jornada liguera entre el Club Atlético Antoniano y el Ayamonte.
La parroquia lebrijana aún no había visto a su equipo marcar en casa y, por tanto, tampoco ganar, pero a la   tercera tras empatar con Alcalá y Coria fue la vencida y un tanto de Orihuela dio el triunfo a los de Antonio Jesús Falcón. No empezó bien el conjunto local, que en el arranque del choque se vio superado por un  
Ayamonte que saltó al césped muy enchufado. Producto de ello, llegaron ocasiones claras para los visitantes,   pero Luis Ligero, Guarte y Yeyo no estuvieron acertados en sus respectivos intentos.

 Pasados los veinte  minutos de juego el Antoniano fue neutralizando el partido y controlando el choque. Los lebrijanos se hicieron   dueños y señores del control del esférico y comenzaron a llegar las ocasiones de gol. La más clara llegó minutos antes del descanso, cuando Orihuela botó una gran falta al punto de penalti que Lolo Yedra cabeceó picada y solo la intervención de Miguel Rosa evitó el tanto local. Pero tras la reanudación, el Antoniano continuó en la misma línea y no hubo que esperar mucho para ver el tanto local. En el 48 de juego, Eloy asistió a Resumi dentro del área, el punta rojiblanco controló el esférico, se giró y soltó un disparo seco a la base del palo corto ante el que nada pudo hacer Rosa. 

Tras el tanto, los de Lebrija se fueron arriba empujados por su afición y el Ayamonte estuvo varios minutos perdido. Pasada la hora de juego Lolo Yedra pudo sentenciar el choque con un mano a mano con Miguel  Rosa, pero estuvo lento y su disparo desde el    punto de penalti se estrelló contra el muñeco. En el 65 de juego llegó el punto de inflexión del choque con la segunda amarilla al local Eloy, que rompió en seco la buena línea de los rojiblancos y dio alas al Ayamonte, que se fue arriba con todo y consiguió encerrar en su área al conjunto de Falcón. Los últimos minutos fueron de gran agobio y agonía para los lebrijanos, que sufrieron mucho en defensa y solo la suerte les permitió defender a capa y a espada el tanto marcado por Resumi que acabó dándoles un sufrido, aunque a la postre merecido, triunfo por la mínima.